Buscar este blog

sábado, 3 de septiembre de 2011

"Historia de un Gran Amor"...

Y no es precisamente la película de Jorge Negrete y Gloria Marín... Nuestro primer y mas grande amor es nada menos que nuestra madre.  La primera con quien mantenemos una relación, comunicación. Es interesante saber desde el principio como se relacionaban las madres con sus hijos, y más interesante es saber… que no se puede saber mucho a cerca de este gran amor que va más allá del entendimiento humano.

Desde el principio de la historia del hombre nos podemos dar cuenta de la importancia que tenía volverse madre. Y los cuidados se hicieron más intensos cuando adoptaron la posición bípeda y fueron capaces de cargar a sus bebés en un estado más inmaduro. Desde entonces se hizo una separación en los roles del padre quien era que salía a conseguir comida, y la madre quien se encargaba de la crianza de los hijos.


Pero ser madre en algunas culturas era todavía más especial. En Babilonia y Egipto era importante ser madre, el estatus social de la mujer subía al tener un hijo; los niños eran aceptados y eran tratados con respeto e igualdad. Pero para los griegos y los romanos la situación era diferente: las mujeres no tenían ninguna importancia y solo servían para tener hijos; era común abandonarlos o sacrificarlos, el padre tenía el poder de decidir quien vivía y quien moría en la familia y eran ellos quienes criaban y educaban a los hijos.


Hacia el medievo, las mujeres se dedicaban a la crianza de los hijos, se consideraban una bendición y el infanticidio se empezó a ver como un delito grave. Preferían garantizar la subsistencia de la descendencia. ¿Por qué se les empezó a tomar en cuenta? La respuesta puede ser: la iglesia. Era lo más importante en la Edad Media y ya que Jesús le otorgó un lugar privilegiado a la niñez, lo empezaron a hacer también ellos.


Poco a poco se le dio más importancia a los hijos: los nacimientos se volvieron eventos públicos, la enfermedad o la muerte de un hijo causaba un gran impacto a la familia, la expresión de amor de los padres por sus hijos fue más notoria; las madres empezaron a externar su deseo por alimentar a sus hijos. Al inicio del siglo pasado empezaron a surgir ideologías como el feminismo así que las mujeres se incorporaron a la vida laboral con rangos más altos. Los padres se empezaron a encargar de la crianza de los hijos juntos y se repartían las tareas del hogar.



Y aunque parece que el amor maternal no tuvo relevancia en ningún momento, lo que las madres sentían al separarse de sus hijos siempre ha causado un gran dolor. Las leyes y costumbres de cada etapa llevaban a las mujeres a tomar ciertas decisiones, pero su amor quedó plasmado en el arte. Pero no cabe duda que el amor más grande que puede existir es el de una madre y su hijo.






Bibliografía
Observando a los bebés. OIBERMAN, Alicia. 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario